LOS CINCO SENTIDOS
martes, 2 de junio de 2015
INTRODUCCION
Los sentidos son el mecanismo
fisiológico de la percepción, y permiten percibir lo que está a nuestro
alrededor, así como determinados estados internos del organismo. Aunque
tradicionalmente se hablaba de cinco sentidos, hoy en día se distinguen más, si
bien los investigadores no se ponen totalmente de acuerdo en cuanto a su número
y clasificación.
OBJETIVOS
- Reconocer los cinco órganos de los sentidos.
- Conocer su funcionamiento y localización.
- Aprender a utilizarlos adecuadamente.
- Aprender el manejo y funcionalidad de blogger.
EL SENTIDO DE LA VISTA
ANATOMÍA DEL OJO HUMANO |
El ojo es el órgano de visión. El
ojo tiene una estructura compleja que consiste de un lente que enfoca la luz en
la retina. La retina está cubierta por dos tipos de células foto receptoras con
formas de bastones y conos. Las células en forma de cono son sensitivas al
color de la luz y están situadas en la parte de la retina llamada la fóvea,
donde el lente enfoca la luz. Las células en forma de bastón no son sensitivas
al color, pero tienen elevada sensibilidad a la luz. Los bastones están
situados alrededor de la fóvea y son responsables por la visión periférica y la
visión nocturna. El ojo está conectado al cerebro a través del nervio óptico.
El punto de esta conexión se llama papila o "punto ciego" porque es
insensible a la luz. Experimentos científicos han demostrado que la parte
posterior del cerebro corresponde con la percepción visual en la retina.El cerebro combina las dos
imágenes percibidas por nuestros ojos en una sola imagen tridimensional. Aunque
la imagen en la retina esta invertida por la acción del lente, el cerebro la
rectifica y percibimos los objetos en su posición original. Algunos
experimentos con anteojos que invierten las imágenes por medio de prismas han
demostrado que los sujetos pasan por un período inicial de gran confusión, pero
eventualmente perciben las imágenes de forma correcta.
La sensibilidad del ojo humano es
fenomenal. En la obscuridad, los bastones secretan un foto pigmento llamado
rodopsina que aumenta la foto recepción y hace posible detectar niveles muy
bajos de luz. En luz intensa, el iris se contrae reduciendo el tamaño de la
abertura que admite luz al ojo y una sustancia obscura reduce la exposición y
protege a las células de la retina. El ojo tiene sensibilidad al espectro de la
luz desde el rojo hasta el violeta. Las frecuencias electromagnéticas más bajas
en el infrarrojo se detectan como calor, pero no se pueden ver. Frecuencias más
altas en el ultravioleta y más allá tampoco se pueden ver, pero se pueden
detectar como comezón en la piel o en los ojos dependiendo de la frecuencia. El
ojo humano no es sensible a la polarización de la luz, es decir, a la luz
formada por fotones cuyos vectores de campo eléctrico están alineados en la
misma dirección. Mientras tanto, las abejas son sensibles a la luz polarizada,
y tienen una gama visual que se extiende hasta la luz ultravioleta. Algunas
clases de serpientes tienen sensores infrarrojos que les permiten cazar en
oscuridad absoluta usando solamente la radiación emitida por el calor de sus
presas. Los pájaros tienen una mayor densidad de células foto receptoras que
los seres humanos en sus retinas, y por eso poseen mejor agudeza visual.
El daltonismo o discromatopsia es
un defecto genético que hace imposible distinguir los colores correctamente.
Personas con ciertos tipos de daltonismo confundan el verde y el rojo. Esto
puede ser una desventaja para ciertos tipos de ocupaciones. Para una persona
daltónica, una persona con visión normal puede parecer tener percepción
extrasensorial, pero este término tiene que reservarse para habilidades más
allá de la gama normal.
SENTIDO DEL OIDO
El oído es el órgano de la
audición. La oreja forma el oído externo que sobresale de la cabeza en forma de
copa para dirigir los sonidos hacia la membrana timpánica. Las vibraciones se
transmiten al oído interno a través de varios huesos pequeños situados en el
oído medio llamado martillo, yunque y estribo. El oído interno, o cóclea, es
una cámara en forma de espiral cuyo interior está cubierto por fibras que
reaccionan a las vibraciones y transmiten impulsos al cerebro vía el nervio
auditivo. El cerebro combina las señales de ambos oídos para determinar la
dirección y la distancia de los sonidos.
El oído interno tiene un sistema
vestibular con tres conductos semicirculares que son responsables de la
sensación de equilibrio y la orientación espacial. El oído interno tiene
cavidades con un líquido viscoso (endolinfa) y pequeñas partículas
(estatolitos) que consisten principalmente de carbonato de calcio. El
movimiento de estas partículas sobre las células ciliadas del oído interno
envía señales al cerebro que se interpretan como movimiento y aceleración.
PARTES DEL OÍDO HUMANO |
El sentido del oído nos permite
percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la que
provienen.
El órgano receptor es la oreja.
Su estructura se divide en tres
partes: oído externo, oído medio y oído interno.
Las vibraciones se transmiten a
través del oído medio por una cadena de huesecillos: el martillo, el yunque y
el estribo. Al mismo tiempo, originan ondas en el líquido del oído interno.
Esos estímulos llegan al cerebro a través los nervios auditivos superiores.
Los oídos, que se encuentran
parcialmente alojados en el hueso temporal del cráneo, son los órganos de la
audición y el equilibrio. Nos permiten percibir los sonidos y el movimiento
gracias a la estimulación de receptores especializados llamados células
ciliadas, que reaccionan o responden ante las ondas sonoras transmitidas por el
aire y el movimiento de la cabeza.
Las fibras nerviosas que
provienen de la vía auditiva y las estructuras del equilibrio forman el nervio
vestibulococlear, que lleva los impulsos nerviosos al cerebro para su
interpretación.
Anatómicamente, el oído está
dividido en tres partes: el oído externo, recubierto de cilios y glándulas
secretoras de cera; el oído medio, por el que pasan mecánicamente las
vibraciones; y el interno, cuyas estructuras traducen las vibraciones a
mensajes nerviosos.
Oído externo: está formado por el
pabellón de la oreja o aurícula y el conducto auditivo externo.
El pabellón de la oreja es la
parte visible, un repliegue formado casi completamente por cartílago, cubierto
por piel y adherido al cráneo, con forma de embudo, que envía las ondas sonoras
hacia el conducto auditivo. Este, de unos 2,5 centímetros de longitud, tiene en
su entrada pelos cortos y gruesos; en su interior, glándulas sebáceas –grasa– y
ceruminosas –cerumen–, y al final, una tensa membrana llamada tímpano, donde
llegan las ondas, haciéndola vibrar.
Oído medio: es una cavidad llena de aire en el hueso temporal, que está
entre el tímpano y el oído interno. Ligados al tímpano y también entre sí, hay
tres huesos diminutos: martillo, yunque y estribo, que transfieren las
vibraciones del tímpano al oído interno.
En esta parte es importante la
trompa de Eustaquio, canal de unos 4 cm. de largo que conecta el oído medio con
lo alto de la garganta, y cuya función es equilibrar la presión a ambos lados
del tímpano. A cada movimiento de deglución, se abre la trompa y deja pasar
aire al oído medio. Es por esto, que cuando sentimos los oídos tapados, al
tragar se nos destapan.
Oído interno: llamado también laberinto, está compuesto por un complejo
sistema de canales membranosos con un revestimiento óseo. En esta zona profunda
del oído están el centro auditivo, ubicado en el “caracol”, y el control del
equilibrio, que depende de las estructuras situadas en el vestíbulo y en los
“canales semicirculares”.
SENTIDO DEL OLFATO O DEL OLOR
La nariz es el órgano responsable
por el sentido del olfato. La cavidad de la nariz esta forrada por membranas
mucosas que tienen receptores olfatorios conectados al nervio olfativo. Los
olores consisten de vapores de diversas sustancias. Los receptores del olor
reaccionan con las moléculas de estos vapores y transmiten las sensaciones al
cerebro. La nariz también aloja una estructura llamada el órgano vomeronasal
cuya función no se ha determinado, pero se sospecha que es sensible a las
feromonas que influencian el ciclo reproductivo. Los receptores del olor son
sensibles a siete tipos de olores primarios que se puedan caracterizar como
alcanfor, almizcle, flores, menta, éter, acre (avinagrado) y podrido. El
sentido del olfato se pierde a veces temporalmente cuando una persona esta
resfriada y la membrana mucosa se inflama. Los perros tienen un sentido de
olfato que es muchas veces más sensible que el del hombre.
SENTIDO DEL OLFATO HUMANO |
El olfato (del latín olfactus) es
el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor
en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas
desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio
ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.
La nariz humana distingue entre
más de 10 000 aromas diferentes.
Las sustancias odorantes son
compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos
liberan a la atmósfera moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas
alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de
células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células
basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las
células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas
contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños
filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas
aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios
transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas
eléctricas.
Las prolongaciones nerviosas de
las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio a través de micro-orificios
del cráneo; el bulbo es una porción anterior del cerebro, que se ocupa de la
percepción de los olores. Estas prolongaciones nerviosas terminan en los
glomérulos, pequeñas terminaciones de células olfativas de forma esférica donde
se procesan las señales aromáticas que luego son conducidas por células
receptoras especiales. La información llega primero al sistema límbico y al
hipotálamo, regiones cerebrales ontogenética mente muy antiguas; responsables
de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos, tales regiones almacenan
también los contenidos de la memoria y regulan la liberación de hormonas. Por
este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y
las funciones corporales. Sólo más tarde parte de la información olorosa
alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.
SENTIDO DEL GUSTO
Los receptores para el gusto son
las papilas gustativas que se encuentran principalmente en la lengua, pero
también están localizadas en el paladar y cerca de la faringe. Las papilas
gustativas pueden detectar cuatro gustos básicos: salado, dulce, amargo, y
agrio. La lengua también puede detectar un sabor llamado "umami" por
receptores sensibles a los aminoácidos. Generalmente, las papilas gustativas en
la punta de la lengua son sensibles a los gustos dulces, mientras que las
papilas en la parte posterior de la lengua son sensibles a los gustos amargos.
Las papilas gustativas en la parte superior y a los lados de la lengua son
sensibles a los gustos salados y ácidos. En la base de cada papila hay un
nervio que envía las sensaciones al cerebro. El sentido del gusto funciona en
coordinación con el sentido del olfato. El número de papilas varía de una
persona a otra, pero mayores números de papilas aumentan la sensibilidad a los
sabores. Las mujeres, generalmente tienen un mayor número de papilas gustativas
que los hombres. Como en el caso de daltonismo, algunas personas son
insensibles a ciertos sabores.
El gusto consiste en registrar e
identificar sustancias solubles en la saliva. Está unido al olfato, que
complementa su función.
PAPILAS GUSTATIVAS |
Los compuestos químicos de los
alimentos se disuelven en la humedad de la boca y penetran en las papilas
gustativas a través de los poros de la superficie de la lengua, donde entran en
contacto con células sensoriales. Cuando un receptor es estimulado por una de
las sustancias disueltas, envía impulsos nerviosos al cerebro. Hay cuatro
sensaciones gustativas que pueden reconocerse con facilidad: dulce, amargo,
ácido y salado. El sabor dulce se aprecia en la punta de la lengua; el amargo
en la zona posterior; el ácido en los bordes y el salado en la punta u en los
bordes. Por lo tanto la zona central de la lengua es insensible a los sabores.
PARTES DE LA LENGUA DEL SER HUMANO |
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